La acusación mantiene la petición de 18 años para el ex entrenador de baloncesto acusado de abusar de una menor

Después de tres días de declaraciones, el juicio contra el ex entrenador de baloncesto Mario López, en el que se le juzga por agresión sexual continuada, ha quedado visto para sentencia. El que fuera técnico del Lointek Gernika y de la selección española en categorías inferiores se enfrenta a peticiones de 14 y 18 años, después de que la Fiscalía y la acusación particular, respectivamente, hayan mantenido sus peticiones.

López está acusado de agresión continuada por una de las jugadoras a las que entrenó, por hechos que habrían ocurrido entre los años 1998 y 2021, cuando la denunciante tenía entre 13 y 16 años y el ex entrenador entre 31 y 34 años. La denunciante tiene ahora 39 años e interpuso la denuncia hace dos años y medio, el 13 de junio de 2022, cuando se sintió preparada para poder contar ante un tribunal lo que presuntamente habría ocurrido más de dos décadas atrás.

El testimonio de López

Aunque el juicio se ha desarrollado a puerta cerrada, la defensa ha trasladado algunos detalles en torno a lo declarado por el técnico. López ha señalado ante el juez que mantuvo una “relación de tipo platónico, sin ningún tipo de contenido sexual”, reconociendo “flirteo”, pero en ningún caso abusos ni tampoco relaciones sexuales. Además, la defensa ha puesto encima de la mesa que la denunciante “ha reconocido” que le envió “cartas de amor” al acusado.

Desde la acusación particular, mientras, se han negado a hacer declaraciones y no han trascendido detalles en torno a lo declarado por la denunciante.

El escrito de la Fiscalía

En el escrito de la Fiscalía, no obstante, se recogen los detalles de la querella, puntos en los que habrían insistido durante el juicio. Según se señala, la denunciante tuvo a Mario López como entrenador de baloncesto desde los 10 hasta los 16 años, primero en la escuela y después en el equipo de la localidad, el Lointek, que en categoría absoluta juega en la Liga Femenina, la máxima del baloncesto español. Los abusos, no obstante, se habrían producido desde los 13 años y hasta que la joven abandonó el baloncesto.

Según refleja el escrito de la Fiscalía, desde julio de 1998 y durante tres años López la llevó “bajo excusas” a su casa, donde la agredió sexualmente en varias ocasiones. La joven ha denunciado que el técnico le infundía “temor”, que era “agresivo o desproporcionadamente exigente con ella en los entrenamientos”.

La querella, asimismo, recoge que el técnico la amenazaba, controlaba y atemorizaba, así como múltiples episodios de violencia sexual: una penetración anal, múltiples felaciones y constantes tocamientos.

En la primera sesión del juicio declararon la denunciada, protegida por un biombo, la psicóloga que la trata y el denunciado. En la segunda sesión, mientras, declararon una docena de antiguas compañeras de la víctima, entrenadores y directivos del club de baloncesto, así como representantes de la Federación de Arbitraje y la exmujer del técnico.

La última sesión, finalmente, ha sido para los peritos, que han ratificado que la denunciante está diagnosticada de trastorno por estrés postraumático y precisa de tratamiento psiquiátrico y psicológico. Por parte de la defensa, también han comparecido un psiquiatra y el psicólogo de Mario López, quien ha indicado que tiene riesgo de autolesionarse y ha de estar acompañado. 

Última sesión

El abogado de López señala que hubo “dos o tres escarceos con ropa”

El abogado de Mario López ha indicado, tras finalizar el juicio, que su defendido ha expresado en su último turno de palabra que la relación que mantuvo con la denunciante fue de “respeto y cariño” y que “jamás ha agredido sexualmente a nadie”. Asimismo, el abogado ha apuntado que “al haber una conducta que han sido dos o tres escarceos, sin ningún tipo de penetración y con ropa, esa conducta no está penalizada”, de manera que ha pedido su absolución. Finalmente, ha señalado que lo largo de su carrera López “ha dado su vida por el baloncesto femenino” y ha dirigido a “4.000 menores”.

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Ander Goyoaga