3 razones para ver la vuelta de Cameron Diaz

La querida actriz Cameron Diaz se retiró de manera voluntaria de Hollywood hace diez años. Por lo que su regreso al mundo del cine es una buena noticia para sus fanáticos. En especial, porque De vuelta a la acción, la producción de Netflix que trae de vuelta a la estrella, le brinda la oportunidad de explorar en dos de sus talentos más conocidos. Por un lado, su inconfundible, optimista y divertido sentido del humor, que le otorgó la estatura de ícono en la cultura pop. Eso, luego de su participación en ya la clásica La Máscara, la franquicia Shrek y Algo pasa con Mary.

Por el otro lado, su innegable habilidad para las películas de acción. Como se recordará, la actriz participó en la trilogía original de Los Ángeles de Charlie, en la cual demostró su agilidad y buen desempeño físico. Pero además, demostró que puede brindar dimensiones y carácter a personajes semejantes. Algo que en la cinta dirigida por Seth Gordon es más obvio que nunca. De vuelta a la acción no es solo una de las películas más entretenidas en el catálogo de Netflix en la actualidad. También, explora de una manera novedosa en una trama de espías que se vuelve más disparatada a medida que avanza. 

Tanto si eres de los millones de fanáticos de la actriz, como si solo quieres disfrutar de una buena opción cinematográfica, te dejamos tres razones para ver De vuelta a la acción. De su giro a la comedia de acción, a la aparición especial de una de las actrices más respetadas de Hollywood. Se trata de un recorrido por un tipo de cine que cuyo gran propósito es entretener y lo logra con facilidad. Una oportunidad de pasar un buen rato con una favorita de siempre. 

Una pareja protagonista con enorme química

La cinta sigue a Matt (Jamie Foxx) y a Emily (Diaz), una pareja de espías — y también romántica — que, mientras llevan a cabo la gran misión de su vida, se encuentran en una encrucijada. Eso, al descubrir que ella está embarazada. Un suceso que sin duda, marcará su futuro y que les hace tomar una decisión arriesgada. La de hacerse pasar por muertos, para recomenzar su vida en secreto y criar al niño lo mejor que puedan, alejados de las balas y las amenazas internacionales. 

Sucedido lo anterior, la película avanza una década para mostrar al feliz matrimonio, ya padre de dos. Lo más interesante, es que el guion — que también escribe el director — se sostiene sobre el amor incondicional de su pareja protagónica. Lo que permite a Foxx y a Diaz crear su propia dinámica. Desde rápidos diálogos, una evidente complicidad hasta chistes en toda ocasión posible. El dúo hace un inteligente y bien logrado trabajo, para explorar en la relación de la pareja. Pero mucho más, para hacerla creíble, natural y orgánica. 

Algo más que evidente, en las escenas de acción que ambos intérpretes comparten. En la mayoría, la química permite que sean tanto divertidas como precisas, además que el argumento logra contar una historia que, sin ser original, se enfoca de manera ingeniosa. De las soluciones extravagantes de Matt a los problemas más simples, a la habilidad de Emily para la pelea cuerpo a cuerpo. La cinta es lo suficientemente desenfadada para hacer reír a carcajadas y resultar emocionante en sus mejores momentos. 

Una trama sencilla pero bien relatada

Para sorpresa de nadie, el secreto de que Matt y Emily están vivos termina por ser descubierto. Una circunstancia que, por supuesto, envía a todos sus variados y numerosos enemigos en su búsqueda. Una situación complicada que termina por involucrar a sus hijos adolescentes, la rebelde e irritante Alice (Mckenna Roberts) y el nervioso Leo (Rylan Jackson). De una escena hilarante, en la que los en apariencia corrientes padres sacan a relucir todas sus capacidades a una huida internacional. Lo cierto es que la familia pronto se encuentra en medio de todo tipo de situaciones violentas, peligrosas y directamente mortales. Eso mientras intenta resolver sus problemas, revelar algunos secretos y conocerse mejor.

El argumento no es, en absoluto original ni, tampoco, todo lo complejo que podría parecer. En lugar de eso, apuesta a que sus personajes sean suficientemente entrañables como para preocuparse por ellos. Paso a paso, la familia disfuncional encuentra una forma de enfrentar lo que se les avecina, además de luchar como pueden con los enemigos que le persiguen de forma implacable. 

Una situación que incluye al misterioso, desagradable y violento agente Baron (Andrew Scott, en otro de sus papeles curiosos). Este, enamorado de Emily de forma patética y en busca de hacerse con el arma de turno que los espías retirados ocultan, se volverá una némesis de cuidado. Aún peor, cuando decida unir esfuerzos y malas intenciones con un pelotón de traidores. Un giro que llevará a la familia fugitiva directamente al lugar menos pensado.

Una actriz célebre con un sentido del humor sorprendente

Que no es otro que a la casa familiar de Emily, en la que vive su madre Ginny, con la que lleva quince años sin hablar. La misteriosa matriarca, con un feroz acento inglés, es interpretada con un humor malévolo por Glenn Close, que le brinda una singular personalidad. Por si un accidentado reencuentro entre madre e hija no fuese suficiente, se añade el hecho de que Ginny vive un tórrido romance con Nigel (Jamie Demetriou). Un conflicto disparatado que brinda a la película varios de sus mejores momentos.

Para su final, De vuelta a la acción deja claro que no será la última aventura de los agentes. También, que Cameron Diaz regresó con todo el entusiasmo para recuperar el tiempo perdido. Algo que celebrar para los amantes del cine y del humor.