Un huerto solar en Gorozibai con capacidad de producir energía para 3.000 viviendas

Galdakaoko Udala | El alcalde de Galdakao, Iñigo Hernando, ha informado de que el Ayuntamiento está trabajando en el proyecto para la construcción de una planta de placas fotovoltaicas en el suelo industrial que el Ayuntamiento adquirió en Gorozibai. Se trata de un terreno grande: más de 90.000 metros cuadrados. Y es también grande el proyecto que se pretende instalar en él: en esas 9 hectáreas útiles se puede llevar a cabo un proyecto de hasta 6 megavatios, lo que significa que puede tener capacidad de producir electricidad suficiente para abastecer de energía a unas 3.000 viviendas. La de Gorozibai sería la mayor instalación fotovoltaica de toda Bizkaia. «Este proyecto es una gran apuesta en el camino de la transición energética», afirma el alcalde, Iñigo Hernando.

El alcalde también ha destacado el modelo de gestión del proyecto: se trata de un proyecto público-comunitario en el que participará el Ayuntamiento, pero en el que también participará la ciudadanía.

De hecho, el Ayuntamiento tiene sobre la mesa la posibilidad de crear una cooperativa. En función del número de personas que quieran ser socias de esta cooperativa, la planta fotovoltaica será mayor o menor, ha explicado el concejal de Urbanismo, Asier Egiraun. Además, ha añadido que se trata de un proyecto que camina en la vía de la democratización de la energía; mientras las empresas energéticas tienen muy grandes beneficios, el objetivo de este modelo será equiparar los precios al coste de producción.

En cuanto a la ubicación, Egiraun ha explicado que es totalmente adecuada para la produción de energía solar. Está situado hacia el sur, tiene muchas horas de sol, es cálido, y el nivel de energía que se genera en él es alto en comparación con muchos otros lugares tanto de Bizkaia como del País Vasco. Esta idoneidad ha sido confirmada por los estudios realizados.

El concejal también ha añadido otra característica para destacar la idoneidad del terreno: No es una tierra virgen o no explotada. Se trata de un suelo industrial que ha sido potencialmente contaminado. Por tanto, se renovará y reutilizará una zona degradada.

El Ayuntamiento ha cogido el terreno de la mano de la empresa que lo adquirió el año pasado para otro tipo de explotación, a través de un convenio expropiatorio. Es decir, el Ayuntamiento ha pagado la misma cantidad que aquella empresa invirtió en ese terreno: a la cantidad que la empresa pagó por la compra del suelo en subasta se ha sumado el coste de las obras de demolición, descontaminación y limpieza (todo ello con sus correspondientes justificantes). Es lo que el Ayuntamiento ha pagado a la empresa, no más.

El concejal de Usansolo Herria, Iñaki Urgoiti, ha agradecido la buena solución al problema que existía en el barrio de Gorozibai. Ha recordado el ruido y el tráfico de camiones que durante años generó la empresa de maderas Basañez en el barrio, y que cuando la empresa cayó en quiebra la situación empeoró aún más: la contaminación, la suciedad, la dejadez y el riesgo de derrumbes se impusieron. Posteriormente, la intención de una empresa de instalar una planta de RCD cuando compró los terrenos el año pasado irritó aún más a la vecindad, provocando una oposición absoluta. Este nuevo proyecto trae consigo un gran cambio de rumbo: el Ayuntamiento se ha hecho con el terreno y ha anunciado la construcción de una planta fotovoltaica.

Por su parte, Geli Barañano y Aroa Sagarminaga, miembros de la asociación de vecinas y vecinos Gorosibai, han agradecido el cambio. “Estamos encantados. Desde que nos presentaron el proyecto se nos abrió el cielo, porque con Basañez estábamos mal y, con el otro proyecto, aterrados. Así que ahora estamos muy contentos. Este modelo debería llevarse a todas partes; es el futuro.

Ahora, el Ayuntamiento seguirá dando pasos para materializar el proyecto de la gran planta fotovoltaica, analizando las posibilidades de gestión y elaborando un plan especial para el nuevo uso previsto. Y, es que, según el modelo que se elija, la planta estará operativa dentro de año y medio o tres años.