Entrevistamos a Antonio, padre de Jon Crespo

Antonio, padre de Jon Crespo

A veces es dificil compartir con nuestras y nuestros oyentes testimonios tan dolorosos, pero a su vez es tan necesario. Antonio Crespo nos ha visitado esta mañana y nos ha contado todo lo que está viviendo su hijo Jon, su familia y amigos. Jon estaba cumpliendo el tercer grado, acudía a la cárcel solo a dormir, y la Audiencia Nacional revocó el grado. Ahora está en la prisión de Basauri y su familia espera que le concedan el tercer grado de nuevo. Aquí tienes la entrevista completa:

El próximo 31 de marzo familiares y amigos de Jon Crespo presentarán una moción en el pleno del ayuntamiento de Galdakao para que el ayuntamiento sume su apoyo.

Esta es la nota que nos pasaron sus amigos y familiares:

Se lo han llevado. ¿Por qué? Jon estaba con nosotros, compartía cada día con su familia y amigos, trabajaba cada día en un puesto precisamente destinado por nuestro Ayuntamiento a la inserción social, respetando todas las condiciones establecidas para ello. La normalidad iba imponiéndose y dejando ver que faltaba poco para dejar atrás un pasado duro lejos de nosotros y en condiciones de vida
excepcionales. Pero esa progresión, ese camino, ha sido cortado desde lejos.

Somos familiares y amigos de Jon Krespo, preso vasco que en su día fue condenado a 25 años de prisión y que ya ha pasado 20 años en diferentes prisiones del estado, dispersado y alejado, muchas veces aislado,… A finales de Septiembre la Junta de Tratamiento de la prisión del Dueso (Cantabria) le concedió el tercer grado penitenciario y la posibilidad de pasar cada día de la semana en Galdakao (yendo exclusivamente a dormir a la prisión de Basauri de lunes a jueves), acorde a la valoración de quienes son los responsables de observar las condiciones concretas de cada persona presa. Desde entonces, además de asumir las condiciones establecidas en la legalidad penitenciaria Jon (y por supuesto su familia y amigos) ha respetado las exigencias derivadas de su nueva situación y ha apostado decididamente por continuar en la progresión positiva de su situación penitenciaria, camino de la libertad condicional. En ese sentido, mencionar que hace ya años que Jon está transitando por el
camino de la legalidad penitenciaria, abordando la progresión de grado, las condiciones para ello, como también los derechos que le son inherentes. Todo ello, en unas condiciones de normalidad que también ha traído como consecuencia el acercamiento progresivo a Euskal Herria, hasta quedar interno en la prisión de Basauri.

Esa normalidad penitenciaria ha sido rota desde 400 kilómetros de distancia, mediante la intervención de un fiscal de la Audiencia Nacional. Nos parece muy significativo que aquellas personas dedicadas profesionalmente al seguimiento de la situación personal, familiar, social y penitenciaria de Jon, como son los integrantes de la Junta de Tratamiento de la prisión se decanten unanimamente por otorgarle el tercer grado penitenciario con todos sus derechos y obligaciones, y otro agente diferente, que jamás ha conocido nada de todo ello, intervenga para cortar ese proceso de normalización personal y social de un plumazo. Nos vemos obligadas a recordar que hace pocos meses el Gobierno Vasco ha asumido competencias en el terreno de Instituciones Penitenciarias. Sin duda, todas podemos entender que todo lo relativo al tratamiento de las personas, y no digamos de las personas en situación de prisión, se encuentra directamente relacionado con la cercanía. Siempre habrá más posibilidades de acertar con las
mejores decisiones con un tratamiento cercano, con una toma de decisiones cercana. A ello contribuyen tanto el trabajo de una Junta de Tratamiento cercana y las competencias penitenciarias con sede en Gasteiz, mejor que en Madrid. Pero un fiscal de esa ciudad a 400 kilómetros ha llegado como una excavadora a un solar. Dejando muy maltrechos los derechos y la normalidad en la vida de Jon,
interviniendo en la misma con planteamientos ideológicos que nada tienen que ver con los fundamentos de trabajo de la Junta de Tratamiento, y anulando todo un proceso de esperanza, normalización y convivencia que ya se encontraba en marcha.

Así, se han llevado de nuevo a Jon. Un vecino de Galdakao que desde Octubre del 2021 ya se encontraba en nuestro pueblo cada día, un vecino que trabajaba ya en un puesto de trabajo precisamente destinado a la inserción social, un vecino de Galdakao con un entorno familiar y social perfectamente definido y estable, un vecino que respetaba cada condición establecida por la Junta de Tratamiento de la prisión que le clasificó en tercer grado. ¿Por qué juegan así con Jon? ¿Por qué
esta marcha atrás gratuita en su situación, en sus derechos? No solo Jon está afectado por las consecuencias de esta intervención desde Madrid. Desde allí, se ha condicionado de nuevo la vida de su familia y amigos, se han puesto en cuestión las decisiones de la Junta de Tratamiento, y se han puesto también en cuestión las propias orientaciones que en materia de reinserción social han sido anunciadas desde el propio Gobierno Vasco. Pensamos también que este tipo de intervenciones obstaculizan el camino de la normalización y la convivencia que tanto nos interesa a todas y en el que tanto queda por hacer. Desde los familiares y amigos de Jon, queremos hacer nuestro sentido
llamamiento a restablecer la normalidad, a retomar el camino de legalidad penitenciaria que Jon llevaba tiempo transitando, y a respetar los criterios cercanos que la propia Junta de Tratamiento y el Gobierno Vasco habían venido estableciendo. Jon puede y debe estar entre nosotros, trabajar, estudiar, y progresar hacia la libertad condicional y su reintegración social en total normalidad. Es su derecho, como es el derecho de cualquier persona presa.

Por último, quisiéramos agradecer las innumerables muestras de cariño hacia Jon y su familia. Han permitido sobreponernos a esta intervención en los derechos de Jon y nos han animado a seguir trabajando por ellos. Eskerrik asko! Jon etxera!

Familiares y amigos de Jon Krespo
Galdakao, Marzo de 2022