Aitor Esteban ante la encrucijada del PNV

El PNV ha otorgado a la asamblea general que este fin de semana celebra en San Sebastián la dimensión de las grandes citas, situándola al nivel de la asamblea de Pamplona, en 1977, en la que tras la dictadura apostó por el posibilismo, o la de Zestoa, diez años después, en la que se rehizo tras la escisión de Eusko Alkartasuna. La consiga ahora pasa por fortalecer y relanzar al partido ante el evidente declive que ha confirmado el último ciclo electoral, una labor que desde hoy asumirá Aitor Esteban, como nuevo presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB), y de cara a la cual que no le faltarán retos.

El hasta ahora portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados asume el cargo tras un proceso interno convulso, marcado por un inesperado pulso entre dos figuras políticas, Ortuzar y Esteban, compañeros de militancia durante 45 años, que han terminado enfrentados, evidenciando las grietas que el señalado declive electoral ha agrandado.

Recoser el partido emerge como una de las tareas a las que deberá hacer frente, si bien Josune Ariztondo, veterana y significada militante y ex dirigente jeltzale, considera que “desde fuera las cosas se ven más polarizadas de lo que quizá estén”: “No aprecio un problema de cohesión en el partido, aunque a nivel interno si veo una necesidad acuciante de impulsar la vida interna de la formación”.

Braulio Gómez, politólogo y profesor de la Universidad de Deusto, considera que el gran reto de Esteban pasa por “gestionar la intensidad de la bicefalia”: “En poco tiempo nos vamos a olvidar de todos los líos internos que hemos conocido. Existe una identidad compartida y, como ocurre en todos los partidos, van a trasladar que están unidos. El gran desafío de Aitor Esteban será decidir la intensidad de la bicefalia, que tradicionalmente ha dado más fuerza a la marca del PNV. Ahora, hay un lehendakari nuevo, Imanol Pradales, que se ha convertido en un activo que suma más que la marca”.

En opinión de Gómez, el PNV se la juega en la gestión pública y la capacidad de ofrecer soluciones a los problemas que la sociedad vasca viene identificando como prioritarios, que no son muy diferentes a los que se aprecian en la mayor parte de las sociedades europeas.

“El PNV juega con mejores cartas que hace unos meses”, señala el sociólogo Braulio Gómez

Es ahí donde se dirimirá el pulso con EH Bildu: “El PNV viene de haber ganado unas elecciones en el último segundo, de manera agónica y empatando a escaños con EH Bildu, pero diría que hoy tiene mejores cartas que hace unos meses. Cuenta con un lehendakari que cae bien y que ha sintonizado con los problemas de la ciudadanía. De la mano del doctor Martínez, un consejero de Sanidad que está haciendo política, ha taponado el boquete de la Sanidad pública, que era lo que contaminaba la percepción de buen gestor del PNV. Vemos un Gobierno vasco que arriesga en otras cuestiones que preocupan como la vivienda, aunque la cartera esté en manos del PSE, o la inmigración, un problema complejísimo en el que la sociedad se está moviendo”.

“Esteban tiene que decidir si se traga parte de su ego –cediendo el protagonismo al lehendakari– o si busca la preeminencia de las siglas”, añade Braulio Gómez.

Eugenio Iba­­rzabal, economista, escritor y periodista, en cambio considera que la aportación de Aitor Esteban puede resultar capital: “Donde creo que se la juega el PNV es en generar confianza y un horizonte de seguridad. Ahí la figura de Aitor Esteban, que tiene una imagen muy reconocida, puede ser importante”. “Los éxitos anteriores habían llevado al PNV a relajarse en exceso. Hace algunos meses no sé hasta qué punto era consciente de los retos y el contexto al que se enfrentaba. Ahora ha visto las orejas al lobo. Como ocurre en todas las empresas, se ha dado cuenta cuando la cuenta de resultados ha flaqueado, es decir, cuando ha perdido apoyos electorales”.

En este punto, Ariztondo e Ibarzabal coinciden en que Aitor Esteban tendrá “una oportunidad” para relanzar a su formación. “Veo un punto de inflexión. Lo que realmente ha subido es la abstención de antiguos votantes. Hay un hastío con respecto a la política, en toda Europa. Un cansancio de materiales. Vemos cómo la sociedad asiste perpleja a lo que ocurre en el mundo, de la mano de Trump, Putin… Y en ese punto, el PNV va a tener el reto y la oportunidad de volver a conectar con sus electores a través de políticas más efectivas, también en el plano municipal, y con un proyecto que ilusione. Las instituciones están trabajando bien y hace falta que el partido saque fuerza y se proyecte hacia el exterior”, señala Ariztondo.

Ibarzabal considera que la sociedad ve “un peligro real” y que es ahí donde puede cristalizar esa oportunidad de Esteban. “Lo que ocurre a nivel internacional hace que los problemas se focalicen de otra manera. Veo una sociedad a la espera, que demanda confianza y estabilidad. Además, se ha clarificado el escenario. La tendencia ascendente de EH Bildu es clara, y el PNV y el PSE pueden no tener la estabilidad garantizada. Depende del PNV ser capaz de ofrecer un contexto de seguridad y confianza a los electores. Ahí, el tema económico va a ser clave; no somos conscientes de lo que puede venir y de lo que, en buena medida, ya está ocurriendo en Europa”.

Un final prematuro de la legislatura podría trastocar los planes de Esteban, que necesitará tiempo

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Ninguno de los tres analistas consultados estima que el reto de aprobar un nuevo Estatuto de autogobierno vaya a condicionar el recorrido de Esteban. “No existe una presión social en torno a este tema”, indica Gómez.

Sí aprecian, no obstante, que un cambio de las mayorías en el Congreso de los Diputados y eso sí, podría ser un problema. “Necesitará tiempo para generar ese escenario de confianza, y unas generales adelantadas podrían trastocar sus planes”, concluye Ibarzabal.