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razones para ver el nuevo éxito del terror

todayfebrero 1, 2025

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Durante los últimos años, el mundo de los robots en el cine se ha hecho más interesante, extraño y violento de lo que hasta ahora había sido. En especial, el que se relaciona con un uso más doméstico y cotidiano. De M3GAN (2022), que exploró en la autoconciencia de la IA con un giro tenebroso, a Alice (Subservience) (2024), que mostró los alcances más peligrosos de la premisa. Lo cierto es que la idea de que la tecnología del día a día pueda volverse una amenaza, está en todas partes. Pero La acompañante hace algo más que explorar en la posibilidad del descontrol, para indagar en las consecuencias de su mal uso.

Eso, gracias a que el director Drew Hancock es más imaginativo y menos obvio, al momento de plantear su dilema. El guion — que también escribe el director — sigue al personaje de Josh (Jack Quaid, de The Boys), un hombre que vive en una aparente relación ideal con Iris (Sophie Thatcher, de Herético). Ella encaja en un ideal conservador de la mujer perfecta, por lo que siempre se ve hermosa, sonríe y está convencida de la necesidad de adorar a su pareja. Algo que satisface el lado más controlador y agresivo de Josh. Por supuesto, se trata de una dinámica enfermiza que apunta a un escenario siniestro que solo puede volverse peor. 

Es justo lo que ocurre, cuando la pareja viaje para pasar un fin de semana en compañía de un grupo de amigos. Que incluye a Kat (Megan Suri), la exnovia de Josh y al actual prometido de esta, Sergey (Rupert Friend). Como es de suponer, la tensión se vuelve de inmediato incómoda para todos. En particular, a medida que lo que oculta Josh se revele en todas sus macabras posibilidades y sea cada vez más evidente, que todos están a punto de enfrentar un tipo de peligro para el que ninguno está preparado para lidiar. 

Pero más allá de su conflicto central, La acompañante combina un thriller de suspenso, con el slasher y el terror tecnológico con inteligencia. Para demostrarlo, te dejamos tres buenas razones para ver la cinta. De su cuidado apartado visual, hasta la forma en que el guion juega con las expectativas del público. Un conjunto de razones para disfrutar de una cinta ingeniosa que se hace más macabra cada vez. Por supuesto, este análisis contiene spoilers, por lo que no leas a continuación si no quieres conocer detalles específicos de la trama. 

La idea del peligro cibernético se reinventa

Buena parte del éxito en el enfoque de La acompañante, reside en su capacidad para subvertir lo que hasta ahora se ha visto acerca de los androides y la inteligencia artificial antropomórfica. Por lo que antes de profundizar en el escenario de un mecanismo agresivo, imparable o por necesidad fallido, lo muestra al momento de su punto más alto. De modo que el peso de la premisa, se encuentra en el mal uso que hace Josh del mecanismo a su disposición.

Que no es otro que Iris, una muñeca sexual de última generación, que además de satisfacer las necesidades eróticas de su dueño, también cumple sus diferentes fantasías en otros ámbitos. Para mostrar un escenario semejante, el director de fotografía Eli Born brinda a la película una atmósfera distinta antes y después de que el secreto de Iris se revela. Una decisión visual que va desde la iluminación, el maquillaje y vestuario de la actriz, hasta el contexto que rodea a la aparente feliz pareja. La película tiene especial cuidado, en mostrar que el afán de control de Josh, le hizo programar a su acompañante en rígidas normas estéticas y de conducta.

Todo lo cual terminará por romperse, cuando Iris se convierta en una herramienta para la retorcida venganza de su usuario. La producción de la cinta es especialmente cuidadosa al plantear la forma en que Iris interactúa con su entorno. Tanto, cuando cumple con su objetivo primario — ser la novia perfecta de Josh — como cuando se vuelve una imparable maquinaria para matar. 

Un guion que evita lugares comunes

Con el furor del interés de la ciencia ficción por formas de vida creadas por el hombre, la idea de un robot asesino no es nueva ni original. Por lo que Drew Hancock intenta brindar un aire renovado al tópico y lo logra, al explorar en la posibilidad de una cadena de errores que lleven al desastre. A diferencia de M3GAN y su despertar a la conciencia, Iris está perfectamente alineada con las intenciones de Josh de ejercer violencia y matar. Por lo que al menos durante parte del argumento, es solo una herramienta que lleva a cabo un cometido muy específico.

Hasta que, esa deformación en sus directrices principales, le permite ganar en experiencia y de hecho, comenzar a pensar por sí misma. De una manera muy semejante en que lo hizo Alex Garland en Ex Machina, la cinta avanza con cuidado por regiones incómodas de su premisa. Algo que abarca el hecho de convertir a la tecnología más avanzada, en un paso para la destrucción del hombre y su entorno. La cinta toca el tema sin ahondar demasiado. Pero tiene el cuidado de que esa aproximación no sea superficial, aunque sí más sencilla de lo que debería.

Por lo que pronto, se hace más claro que nunca, que Iris es más compleja y, por tanto, más peligrosa de lo que podría suponerse. Sophie Thatcher hace un fantástico trabajo al brindar a su personaje una serie de matices que paso a paso se hacen más siniestros. Mucho más, cuando finalmente apunta a que hay una parte de Iris que es desconocida para su usuario y que es justo, el punto de inflexión a lo que vendrá después. 

No es una película simple, aunque lo parezca

La segunda mitad de la cinta, se enfoca directamente en cómo Iris se convierte en un mecanismo diseñado para destruir. Pero además, en una serie de matices acerca del uso de la inteligencia artificial. Así que gradualmente, es evidente que Iris es mucho más la consecuencia del uso que hacen de ella, que una tecnología peligrosa por necesidad. El guion tiene especial cuidado, en apuntar al hecho de que todo lo que hace Iris, es consecuencia de las intenciones de Josh. Y que debido a eso, terminó por transformarse en un riesgo incluso para él mismo.

Por lo que para su final — inteligente, brillante y bien planteado — La acompañante dejó algo claro. La tecnología no es realmente el peligro en medio de la serie de situaciones violentas que ocurrirán, sino la mente humana detrás de ella. El mensaje más escalofriante que podía esperarse de una cinta en apariencia convencional.

Escrito por Mozoilo Irratia

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