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todayfebrero 27, 2025
Llevamos tanto tiempo hablando de ello que se ha convertido en una especie de eslogan. La versión de alta fidelidad de Spotify, anunciada en 2021, desde entonces ha desaparecido de todos los planes. Ahora, sin embargo, podría haber llegado el momento de lanzar un plan «Music Pro» para la aplicación, que también incluiría otras funciones y oportunidades para los usuarios, con el objetivo de tentarles a pagar varios dólares más. Entre ellas, la posibilidad de remezclar canciones y de comprar entradas anticipadas para determinados conciertos.
De confirmarse (un informe de Bloomberg habla de un lanzamiento para 2025) supondría un cambio más tanto para la oferta de Spotify como para todo el mercado de la música en streaming. De hecho, la plataforma sueca ha ido añadiendo cada vez más contenidos a lo largo de los años, centrándose en la dimensión sonora (podcasts, audiolibros) y en la social (con una interfaz de microvideos de desplazamiento vertical), pero se ha quedado un poco rezagada en el aspecto puramente musical. Sus principales competidores (Apple Music, Amazon Music y otros) ya ofrecen una experiencia seleccionada y de mayor calidad.
Durante mucho tiempo, la calidad de la escucha digital se ha considerado un asunto para audiófilos o, dicho de otro modo, para los «conocedores». La comodidad del streaming (acceso fácil y continuo a un catálogo infinito de música a un precio razonable) ha sido la clave de su éxito.
Hasta 2021, al menos. Ese año, durante un evento, Spotify anunció la llegada para finales de año de la versión en alta definición, es decir, una calidad comparable a la de los CD y superior a las codificaciones MP3. Sin embargo, se vio superada por Apple Music, que lanzó ese mismo año su «Space Audio», integrando gratuitamente una mayor calidad de audio en el plan estándar. De este modo, Apple Music se posicionó como la plataforma de referencia para una escucha de calidad, junto a competidores como Tidal y Qobuz.
Apple, además, ha adoptado una estrategia agresiva: paga mayores porcentajes a quienes suben música en Dolby Atmos y ha hecho del audio espacial un punto fuerte de sus auriculares, perfectamente integrados en su ecosistema. Spotify Hi-Fi, por tanto, ha desaparecido del radar: ¿por qué cobrar más por algo que sus competidores ofrecen gratis? Periódicamente surgían rumores, siempre con la misma idea de base: para lanzar un nuevo plan de calidad, además de la alta fidelidad, había que ofrecer algo más a los usuarios. Spotify nunca ha dado con una solución. ¿Hasta ahora?
El tema de The Beatles, creado con ayuda de la inteligencia artificial, ‘Now and Then’, ganó el Grammy a Mejor Interpretación de Rock, convirtiéndose en la primera canción de este tipo en recibir el premio.
Según Bloomberg, la solución sería una suscripción «Pro», que incluiría elementos muy diferentes. Por un lado, alta fidelidad, con la plataforma aún negociando con las discográficas los derechos necesarios. Por otro, acceso prioritario a la venta de entradas de conciertos: el valor de esto dependerá de los detalles, y si se limita a eventos pequeños o medianos, podría tener un impacto limitado. Si, por el contrario, incluye grandes eventos, la oferta podría ser mucho más atractiva. Las entradas para los conciertos, de hecho, no solo tienen un valor económico, sino también simbólico para los aficionados, y buscarlas puede ser una de las experiencias más frustrantes.
Curiosa, por último, es la idea de permitir remezclar canciones directamente en la aplicación. Una operación que ya es posible en TikTok asociando una canción a un video, pero que aquí podría parecerse más a un auténtico deejay edit. Sin embargo, también en este caso Spotify puede llegar tarde: Tidal ya ofrece una extensión para DJ que da acceso a un catálogo de stems (pistas aisladas de una canción), pensadas para un uso profesional. Apple Music, por su parte, ha introducido una función de karaoke que permite eliminar la voz de una canción para cantar sobre ella: poco más que un juego, pero incluido en el plan estándar.
La cuestión es precisamente esta: Apple Music, Amazon Music, Deezer, Tidal y Qobuz ya ofrecen alta resolución en sus planes estándar. La única gran plataforma que carece de ella es YouTube Music, la versión premium de YouTube. Sin embargo, estas plataformas pueden quedarse atrás en otros contenidos no musicales. Apple, por ejemplo, mantiene los podcasts estrictamente separados en una aplicación dedicada e incluso ha lanzado una aplicación específica para música clásica, un área que otras plataformas de streaming ignoran casi por completo.
En resumen, la guerra entre plataformas por nuestra atención (y nuestras carteras) continúa. Si volvemos a la alta fidelidad, esperemos al menos que beneficie a nuestros oídos.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.
Escrito por Mozoilo Irratia
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