Fito Cabrales: «Gracias por habernos esperado»

Hace tan solo unas horas San Mamés retumbaba entre canción y canción de Fito & Fitipaldis. No faltó la lluvia típica de Bilbao, pero ni eso pudo parar el que ha sido el concierto más espectacular de toda la carrera musical de la banda. Sin duda tocar en casa y junto a los artistas que han invitado ha hecho del concierto una noche inolvidable para Cabrales por lo que no pudo evitar que la emoción le quebrase la voz.

Encima del escenario hubo lagrimas, abrazos, solos de guitarra, trompeta y saxofón y… ¡hasta besos en la boca! Sin duda las 47.000 personas conocieron el lado más humano y sentimental del rock & roll. Pero eso no fue todo, las retrasmisiones en directo han hecho que la emoción llegue a los hogares. Al rededor de 728.000 personas pudieron vivir el gran momento desde casa.

No podían defraudar a los vizcaínos después de agotar las entradas nada más salir. Tanto la primera tanda como las más de 1000 entradas que salieron el día previo al concierto. Así lo han demostrado de todas las formas posibles. Saltando, cantando y pidiendo que «bote, que bote, que bote San Mamés».

Luces azules y amarillas

La banda tampoco se olvido de Ucrania. Don niños acogidos estuvieron ayer en el estadio escuchando la canción que Fito & Fitipaldis les dedicó: «Abrazado a la tristeza». Aquel fue el momento que más encogió el pecho del público y también el más silencioso del concierto. Sin embargo, con la última nota la ovación fue de las más escuchadas.

Tras despedir a la banda el público pensó que aquello llegaba a su fin. Sin embargo, reaparecieron varias veces más, pues «Soldadito marinero» no podía faltar. No fue hasta varias canciones después cuando la banda y todos los artistas se juntaron en el escenario. Fito Cabrales se quitó la boina y con mirada nostálgica y orgullosa confesó «gracias por habernos esperado».